"El mundo necesita a Dios. Nosotros necesitamos a Dios" clamaba el Papa Benedicto XVI en Múnich el 10 de septiembre de 2006, en una de sus primeras visitas de su viaje apostólico a Baviera. Y ha repetido antes y después en tantas ocasiones. Pero, "¿a qué Dios necesitamos?" se preguntaba el Santo Padre. Al Dios de Jesucristo, al Dios encarnado, con rostro y corazón de hombre, al Dios crucificado y resucitado, al Dios que responde al mal y al odio con el bien y con el amor. Al Dios de la no violencia, al Dios de la razón y de la vida. Leer más. |